Clínica Veterinària Cisneros

Naím GV

Bajo un poco 2,5 años después porque el caso es el siguiente: Con mi gata Sally de unos 14 años aprox. (era de la calle, no se cuándo nació), la llevé después de estar 5 días en una clínica de Vila-Real (donde resido) ya con via puesta, en su punto de máxima agonía. Allí, en principio pleno de pandemia, me atendió Vicente muy bien y la durmió Luis al día siguiente. Hubo cosas que no me cobraron porque el animal ya no tenía escapatoria y se quedó en el nicho toda la noche, cosa que, a diferencia de otras clínicas, me demostraron que más que por el dinero, miraban realmente por el animal. A la mañana siguiente, me dejaron a solas con ella a mí y a la chica que me acompañaba por ese entonces para que nos pudiésemos despedir bien de la gatita y nos dejó mucho rato a solas. Incluso hasta el último segundo estuvo preguntando si dormirla era mi decisión a lo que, claramente, quien realmente ama a su mascota no alarga donde ve que está más muerto que vivo, le ayuda ofreciéndole paz. Quedé tan agradecido con el servicio que esta vez, pero desde el momento 0, he llevado a su hija allí porque quería que durmiese donde su mamá Sally, pero esta vez me atienden 2 chicas y ninguna sabía a penas qué decirme. Ambas estaban como desorientadas, respondiendo muy lento (no en velocidad del habla, sino en capacidad de reacción). Realmente me daba la sensación que una sola no podía seguir una consulta, pero entre las 2 tampoco demostraron soltura en ese momento al menos. Cuando les vi entrar a las 2 y se miraban, pensé que una sería la aprendiz y la otra le enseñaría con habilidad como funciona ese mundo, pero nada que ver. Total, le hacen la analítica a la nueva moribunda: Dharma y me dan cita para hoy. Menos mal que se me ha ocurrido llamar, porque nadie estaba avisado de que yo iba a ir ni qué protocolo debía continuar. La chica que me atendió, según me ha dicho Luis, se llamaba Pilar (una de las 2), pero la otra ni idea, entraba a las 17h y mi cita era a las 11.15. Quería saber si debía llevar a mi gata o solo era para darme el resultado, ya que voy desde Vila-Real y la gasolina no la regalan ni la gata tiene por qué estar sufriendo el estrés de viajar en vano y me dicen que no vaya porque no sabían ni por qué me citó y que llame cuando ella entre. Recordando que el tiempo de mi mascota juega en su contra, no vi especial atención, ya que nadie supo decirme nada de esa analítica y tuve que esperar a la tarde. Una vez hablé con Pilar, me comentó que los resultados me los podrían haber dado igualmente, pero la opinión de la profesional en este caso dejó claras mis sospechas y había que cortar su sufrimiento. No obstante, volví a llamar a las 19:06 y ya no había nadie cuando en Google aparece que cierran a las 20:30, así que llamaré en el siguiente día para que me den cita a darle el paso a la vida eterna.

Yoli Franco Sánchez

Como siempre un placer llevar las mascotas

Telmo Campos Micó

Atención óptima. Profesionalidad y calidad humana sin paliativos.

Rebeca Daroca del Barrio

Muy agradecida por el trato que esta recibiendo mi gato, gracias por estar atento cuando lo necesito